La Cabrera da la bienvenida al oso
La presencia del oso en la comarca de La Cabrera es ya más que un hecho. Después de que el año pasado se detectara la presencia de un individuo en la localidad de Muelas de los Caballeros, y de que se este año se hayan avistado otros nuevos en términos como Morla, Villar del Monte o Valdavido, todo parece indicar de que el oso ha vuelto a La Cabrera, donde se dio por extinguido hace más de veinte años, para quedarse.
Lejos de amedrentarse ante la presencia de este controvertido animal, que en muchos casos ha contado con el rechazo preconcebido de la sociedad por los problemas que pueda ocasionar, los habitantes de la esta comarca ven este regreso como un atractivo turístico y un posible revulsivo económico, en una zona con evidentes signos de depresión como La Cabrera.
Por este motivo, la Junta Vecinal del Valdavido, en el municipio de Truchas, firmó ayer un convenio de colaboración con la Fundación Oso Pardo (FOP) a través del cual se llevarán a cabo una serie de actuaciones en la zona encaminadas a favorecer el asentamiento de esta especie en la zona. En principio, la colaboración consistirá en el asesoramiento por parte de la FOP para llevar a cabo tareas de mejora del hábitat, así como acciones formativas y divulgativas vinculadas a la gestión y conservación del patrimonio natural.
Por su parte, la Junta Vecinal de Valdavido facilitará a la FOP toda aquella información relacionada con el oso pardo en su territorio con el objetivo de profundizar en el conocimiento de la especie. Igualmente, promoverá entre la población local las mejores prácticas tendentes a facilitar el apoyo y la participación social que permita la conservación del oso y su hábitat.
«El oso pardo esta considerado por la Unión Europea como una especie prioritaria para su conservación y sin lugar a dudas la presencia de esta especie es un indicador de la calidad del hábitat de estas zonas», explica el representante legal de la Junta Vecinal de Valdavido, Carlos Javier Durá Alemañ, quien añade que también significa la posibilidad de consolidar un cambio en la mentalidad de quienes hasta ahora veían problemas en la presencia de esta especie. «Todo todo lo contrario, dicha presencia significa además de un atractivo turístico, tener un carácter prioritario de cara a la obtención de recursos europeos -fondos Life, Feader, Feder, etc.- para la mejora del hábitat, el desarrollo de corredores naturales, y la creación de puestos de trabajo ligados a la conservación de la especie», añade.
Por su parte, desde la FOP se asegura que la presencia del oso en La Cabrera es una excelente noticia, ya que es una zona alejada de la zona de distribución, lo que indica que hay un hábitat adecuado para sostener una población, aunque para ello habrá que esperar algunos años.
El oso se extinguió hace más de veinte años en La Cabrera, por culpa del furtivismo y de los cambios en el medio natural. Gracias al trabajo de la FOP esta zona vuelve a albergar la esperanza de contar con esta majestuosa especie.